Por fin lo había conseguido...marioneta de sus sentimientos que no la dejaban vivir sin olvidar el pasado...
Sentimientos que la manejaban, convertidos en hilos atados a su cuerpo, que por más que tiraba de ellos, no se querían desprender.
Deseaba con desesperación la liberación, el sabor de la libertad, de mirar hacia adelante dejando en el olvido pesadillas que la devoraban sin compasión, mas no encontraba el medio, el camino que la llevaría a la felicidad futura.
Y luchaba con todas sus fuerzas mientras voces contradictorias la consumían, la perdían en un mar de confusiones.
Ese día miró hacia el suelo y la vio delante de sus pies. Sonriendo cogió en sus manos la tijera y, mientras iba cortando hilo a hilo, la felicidad la embargó hasta que cayó el último y pudo moverse por si misma viendo un nuevo horizonte a su alcance.
Y las voces desaparecieron como todos esos malos sentimientos que la hicieron sufrir tanto.
No escucharía mas, ni se dejaría atar mas, tenía derecho al olvido...
Vi como se alejaba sonriente, y yo la miraba sonriente también, pues no hay nada mas hermoso que ver volar a un pájaro que había vivido enjaulado tanto tiempo
Su felicidad es mía y mi voz se callará porque la veo feliz y la miro elevarse y perderse en su nuevo futuro.
Querote meniña.
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