Por su delicadeza, por su sensibilidad, por amante perfecta, por su belleza, por su fortaleza, por su sonrisa, por su saber estar, por su picara ironía, por sacar risas de lágrimas, por su saber escuchar, por saber leer en ojos ajenos, por su bondad, por su comprensión, por su amabilidad, por su educación, por transpirar libertad, por contagiar ganas de vivir, por sus tiernas caricias, por sus sensuales besos, por tu aterciopelada piel, por su dulce voz, por su entrega total... admirada, adulada, adorada, amada.
Camina sola tras ser rechazada por quien tanto la ensalzó, por quien dijo que jamás la dejaría escapar, por quien la quería solo para él, por quien no diera con una mujer igual, por quien nunca supo lo que era amar hasta que la conoció.
Se pregunta en dónde falló, que error cometió y cual fue el motivo por el que ahora se encuentra sola.
Quizás ¿no era delicada, sensible, amante perfecta, bella, fuerte, no sonría, no sabía estar, no era pícara ni tenía ironía, no sacaba risas de lágrimas ajenas, no escuchaba, no leía en otros ojos, no era bondadosa, ni comprensiva, ni amable, ni educada, ni libre, era triste, no sabía acariciar, ni besar, ni su piel era aterciopelada, ni su voz dulce, ni se entregaba totalmente?
Solo sabe que atrás quedó lo que pudo ser y no fue, mientras envuelta en un caparazón, deja tras cada paso de escalera que baja. la admiración, adulación, adoración y el amor de quien un día la hizo sentir así.