Quiere que su corazón deje de latir tan aceleradamente cuando nota su presencia.
Siente que se sumerge en un callejón sin salida, cuando hacía unos minutos, corría por una playa con horizonte.
Le hizo daño... tanto daño que no sabe como a su rostro volvió la sonrisa de nuevo.
Un rictus de tristeza lo puebla ahora cuando sus ojos rememoran el pasado.
No le dio más que horas perdidas, que caricias sin amor, que miradas de deseo, que palabras fáciles que lo envolvieron no sabe en qué halo de idiotez.
Ahora lo tiene todo. Ahora le dan todo. Ahora lo aman como nunca pensó ser amado. Ahora tiene presente completo y no aquel pasado a intervalos.
Ahora vuelve a sonreír, pero con ese halo de idiotez que no le da dejado en paz.
Y es que quiere que su corazón deje de latir aceleradamente cuando nota su presencia...
Foto: Carmela
¿Cuánto tiempo llevo sin ti?
Ayer, te fui a buscar.
Elevé mis brazos al cielo y te grité en silencio.
No me hiciste esperar y te volví a pedir lo que siempre te pido.
Me dí cuenta, de que es lo que siempre y que solo me lo concedes por momentos, pequeños momentos que pasan fugaces, como tú.
Quisiera contarte tantas cosas... tantas que quizás no acabase nunca, pero de mis labios no sale ni una sola palabra, aunque sé que tú sí me entiendes, aunque me guiñes el ojo dándome esperanzas y te rías de mi.
Pero también sé que en esos momentos en que no pueda más , iluminarás mi cielo cubriéndolo de esperanza y por eso sonrío a pesar de todo.
Y sé que siempre te encontraré ahí, cuando eleve mis brazos al cielo y te llame sin voz.
Ya estoy cansada y levanto mi cuerpo de donde no debe de estar, pero está porque debe.
Me dirijo a tu lado, que durmiendo sé que me esperas.
Sonriente, desnudo mi piel que se pega a la tuya y entre sueños me abrazas y respiras tranquilo.
Respetas en silencio mi no irme contigo a pesar del deseo de que sí vaya. cuando fallan tus técnicas de arrastrarme. Y yo respeto en silencio, tus mañas de quererlo lograr.
Que no voy a cambiar... o quizás si. Pero aún no, aunque pueda ser que sí...
Sonriente te busco y entre sueños me recibes y yo te miro y te beso y tú me sientes y me acoges.
Que no es así, que yo lo sé, pero que es así y tú lo sabes.
Dame tiempo a que llegue y yo te daré tiempo a que esperes.
Sabes que siempre voy y yo sé que siempre estas y nada importa más que eso, el saberlo.
No hay normas ni leyes que digan, sino lo que digamos nosotros, y ya está.
Soy así cariño, o tómame o déjame, pero tú también lo eres y te tomo y no te dejo.
Foto: Nélida.
