lunes, 22 de marzo de 2010

CONVERSACIÓN DE BESUGO CONMIGO MISMA


Quizás fuese el verdadero momento "religioso" que tenía, cada vez que iba a aquella iglesia; el momento de la escapada a aquel curruchiño, donde se sentaba en unas viejas escaleras que subían al campanario, cara aquella vieja lámpara y su cenicero eventual.
Con el cura de fondo echando el responso, ella, en aquella oscuridad y pitillo en mano, oía de fondo la facilidad de tener leyes, normas o, quizás, ayuda para que su vida tuviese más sentido.
Solo era cuestión de creer en lo divino, en lo no visible, en ... Mas nada tenía sentido para ella...nada.
Hacía mucho,(o quizás fue siempre asi), que había de dejado de creer en dioses, ni magias. Su única creencia era en el hombre, en el ser individual.
Por eso se encontraba tan perdida pues sus creencias habían sido destruidas de cuajo por quien menos ella lo esperaba.
Pensaba que el dios o el demonio vivía en cada persona y esta, era la responsable de manejarlos siendo conscientes de lo que hacían.
Ahora ella, en ese momento de meditación sabía que tenía el poder del bien y el mal, hacia quien tanto daño le había hecho.
Sabía que con un solo movimiento, podría comenzar la guerra y destrozar a quien a ella la había destrozado. A quien había dejado que su demonio, jugase con lo que más valor tiene en una persona, y son sus sentimientos.
Era consciente de que si movía esa ficha, la cara, el nombre y apellidos, sin mas, la vida de una persona iba a ser dañada a conciencia por ella.
Ese sentimiento la rondaba cuando el dolor de la traición la atormentaba, mas...¿ se iba a dejar llevar ella también por su demonio?, ¿ iba dejar que su alma se ennegreciese a conciencia por un sentimiento de rabia contenida, dejarla salir solo por venganza?.
No. No se creía un dios, pero tampoco un demonio y era consciente de que el daño, por sí, solo atrae mas daño y que nunca acabaría la lucha de esa forma, ni viviría tranquila,
Y pensó en lo fácil que hubiese sido todo, en lo bonito, si los demonios de alguien no anduviesen sueltos, vestidos de ángeles. Ángeles con los que ella había compartidos sus ángeles verdaderos, sin disfraces ni juegos, hasta que los otros ángeles, sacando sus espadas, les habían dado muerte sin mas, en un gesto a traición sin sentido, sin razón, sin motivo
Todos hacemos daño inconscientemente, ella la primera. Daño en un momento dado, por una reacción, una palabra o un gesto no grato o fuera de lugar.
Mas una trama bien entretejida hacía ya años, utilizada para...¿ para?...
Eso era lo único que ella buscaría hasta el final; la razón del " para qué","por qué"...Esas preguntas que te haces cuando te sientes mosca en tela de araña.
Y eso iba a ser su lucha, pensaba mientras le daba las últimas caladas a su pitillo y el cura acababa su responso.
Lo más fácil sería pasar página sin mas. Lo mas fácil sería el borrar del alma el dolor y admitir haber sido pieza de un juego, juego ya finalizado.
Es mas, lo más fácil hubiese sido seguir el juego y no haber pasado por el infierno de la traición.
Tanto una opción como otra, era lo mejor para una persona cuando alguien la machaca.
Pero no todos somos iguales, no todos tenemos la facilidad de pasar página sin mas, o de ser marionetas de las necesidades ocasionales de un ser sin sentimientos... o con ellos, si, pero mas, ¿ cómo definir esos sentimientos?, ¿cómo evaluarlos en la escala del egoísmo y la cobardía, de la falta de valor propio o de falta de amor?.
El pitillo le quemó los dedos y el órgano la llamaba, así que dejó sus pensamientos hasta la próxima conversación de "besugos", que tendría con sus ángeles y demonios.

Foto: Carmela.

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