lunes, 8 de marzo de 2010

CIELO ESTRELLADO

Siguió en su terraza ,tirada en el suelo buscando ser gota, mientras el cielo iba oscureciéndose hasta que la la noche llegó.
Las nubes que antes lo cubrían se las llevó el viento del norte lejos, muy lejos, y las estrellas comenzaron a brillar con fuerza.
Era maravillosa la imagen que se presentaba antes sus ojos, tan maravillosa que ya no deseó ser mas gota, sino estrella. Y buscaba entre ellas esperando verse allí, aunque fuese la más pequeña de todas.
Ladeó su cabeza y miró a la luna que le sonreí y ella le correspondió con otra sonrisa.
En el negro cielo, las estrellas le guiñaban los ojos, y esto la hacía feliz, pues ellas sabían que las admiraba y se conformaba con ser uno de aquellos pequeños luceros que hacían bailar el cielo.
Y sintió como se elevaba en el aire y subía a velocidad vertiginosa hasta que ocupó un pequeñito espacio en aquel cielo oscuro. Y se hizo un guiño a si misma.
Mientras se miraba allí arriba, el frío de su piel dejó paso a halo de calidez y se abrazó perdonándose el daño que se había hecho.
Así fue como comenzó una nueva etapa en su vida... la etapa de su aceptación de querer lo que no había querido o volver a querer lo que un día dejó atrás en el olvido.
Y cuando más fuerte se abrazaba, más se sentía ...tanto que fue gota y fue estrella, y lo mas importante, fue ella misma.
El amanecer llego sin hacer ruido para no despertarla de aquel dulce sueño en el que se sumergió cansada de tanto bailar...
Ahora ya estaba preparada, ahora sí.

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