Ese día amaneció contenta. ! Por fin ya era primavera!.
Se vistió apresurada y salió de su casa dando un golpe a la puerta.
La floristería aún no había abierto y tuvo que esperar unos minutos a que llegara la dueña, que la saludó y la invitó a entrar.
! Todas eran tan bellas!.. le dijo con una sonría en el rostro. No sabía cuales elegir para esa ocasión.
Así que decidió ir cogiendo varias según su significado.
Y se hizo un ramo con un almizcle ( debilidad), un crisantemos ( amor terminado) , una anémona ( abandono), una azalea ( fragilidad), ajenjo ( amargura), un eléboro ( falta de espíritu) y una gentiana (huida).
Aparte si hizo otro ramo con unos bonitos jazmines y gardenias ( sinceridad).
Recorrió el camino que le llevaba a aquel cementerio donde un día encontró aquella preciosa tumba sin dueño, pues tallado en la misma piedra ponía: "Propiedad de quien lo ocupe", y allí decidió enterrarle.
Se acercó a la plateada y pequeña verja que tenía y cogiendo el almizcle, el crisantemos, la anémona, la azalea, el ajenjo, el eléboro y la gentiana, y los fue deshojando despacio, dejando caer pétalo a pétalo encima de la lápida, quedando esta cubierta por completo.
Cuando acabó y sólo quedaron las ramas desnudas, se quedó mirando aquella estampa de pétalos y significados encima de aquella lápida fría y sin nombre. Lápida donde un día decidió enterrarle en vida.
Se alejó con paso firme. Miraba el cielo azul surcado de vez en cuando por gaviotas, y en sus manos el bello ramo de jazmines y gardenias...sus flores preferidas´
RASPUTIN
Foto: Carmela.
1 comentario:
Muchas gracias...
Pétalo a pétalo la lápida se fue cubriendo...
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