Gobiernos estériles,
ministros ostentosos.
Alcaldes cretinos,
ediles infructuosos.
No muestras sus manos
llenas de opulencia.
No miran hacia abajo,
no quieren sufrir penas.
En un trono descuidado,
viven acomodados.
Ingratos, perezosos,
gandules, fastuosos.
Cerebros remolones,
conductas negligentes.
Apáticos, descuidados.
Jamás reflexionaron.
Poseen su opulencia
gracias a otras manos,
manos consagradas
aun férreo cometido.
Manos desprendidas,
deslucidas, marchitas,
endurecidas, agrietadas,
atezadas por el sol.
Mas nunca razonáis.
Solo sabéis rechazar
proyectos y propuestas
que dieran bienestar.
Enigmáticos, ambiguos,
impenetrables, herméticos.
Vosotros poderosos,
ingratos, perezosos.
DAFNE
1 comentario:
Nos queda la esperanza, que en medio de toda la basura, siempre habrá almas nobles, aun que corren el riesgo de, al mezclarse con ese tipo de gente, la enfermedad del poder nuble sus mentes.
Tengamos un hueco para la esperanza.
Gracias meniña. Bicos
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