¿Por qué has hecho esto?
No conocían nada más que tus aguas claras y saladas. En ellas las mecías y las acariciabas a veces con dulzura, a veces con pasión. Las alimentabas, y te acompañaban a donde tú ibas, sin abandonarte jamás.
¿Por qué has hecho esto?
Ahora yacen en la orilla sobre un suelo aspedo y seco, mientras tu te alejas y las dejas en manos de la fuerza destructiva del sol, que les ira comiendo su color verde y secándolas hasta quedar como el papel.
Lloran por ti en la orilla, lágrimas saladas que forman parte de tu ser y te llevas esas lágrimas contigo mientras cada vez te alejas más y más, tan tranquilo, sin compasión y las abandonas a una muerte segura.
Ellas no saben que contigo se van sus esporas, las cuales alimentarás, mecerás, acariciarás, hasta que un día te pesen y las dejes abandonadas en otras orillas
He tenido ganas de luchar contra ti, pero me he dado cuenta de que es inútil, pues tarde o temprano las volverás a abandonar, así que me he alejado con pena en el rostro de mi playa hoy sembrada de futuros cadáveres.
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