sábado, 17 de octubre de 2009

NO ME BUSQUES PUES NO ME ENCONTRARÁS


Logré limpiar las plumas, una a una, del otro ángel, del que se había caído. Se elevó y ya forma parte del cielo de aquellas personas que le necesitaban. Mi trabajo me ha costado lavarle.alimentarlo bien y mimarlo hasta conseguirlo. Me siento orgullosa de haberlo hecho porque fue con todo el amor que yo puedo dar.
Ese ángel ya esta en su cielo gracias a mi, ya esta con quien lo necesite.
Esta noche, me ha visitado otro ángel, pero ese ángel ya no tiene remedio, es falso, mentiroso, lo más maligno que vi en mi vida. ¿Por qué me ha visitado? ¿Piensa que puedo hacer algo por él?
Yo le di todo mi amor, toda mi entrega al otro ángel, porque este se lo merecía, lo necesitaba y era puro y limpio.
¿Qué hacer con uno como este?
Pues está claro; lo dejaré que baje a los infiernos, de dónde nunca debió de haber salido.
Dejaré que se queme y queme a sus victimas, a aquellas que aún piensan que tiene remedio, a esas pobres incautas que sigue creyendo que los demonios pueden ser ángeles y les miman y se entregan a ellos durante años y años, hasta que están tan dominadas por su maldad, que ya no disciernen entre el bien y el mal, entre la verdad y la mentira. Que ya no ven que sólo son útiles en su vida para saciar su maldad, sus bajos instintos, sus egoísmos, sus mierdas.
A este demonio le he hecho un hoyo muy profundo, por si no sabía el camino hasta los avernos, pero no se quiere ir, le gusta seguir aquí, le gusta seguir haciendo daño, le gusta maltratar a pobres sin voluntad, le gusta hacer mal, mucho mal y cuanto más mejor. De su maldad se alimenta, de su maldad se fortalece, y con su maldad mata.
Después de que me visitara fui corriendo a la terraza y miré hacia el cielo. Llamé a mi ángel, al bueno, al amable, al que tanto amor me dio y yo le di, al que fue mi alma , a ese que no me abandonará nunca. Y mi ángel vino, bajo a mi lado y me abrazó, me abrazó hasta dejarme sin aire, y pude llorar en su hombro todo el resto de la noche. Pude llorar, llorar de nuevo, pues el calor que desprendía el otro, me había secado.
Me abrazó como siempre lo hace cuando me ve muerta, cuando mis piernas no me sostienen, cuando necesito su mano, cuando... él sabe cuando y no me falla.
Él me conoce hasta la médula, hasta lo más íntimo de mi , de mis pensamientos, de mis sentimientos, él me conoce, y con él me quedo porque le necesito y es amor, solo amor.

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