martes, 9 de febrero de 2010

TE SIGO VELANDO


No soy capaz de dormir hasta que tu te despiertas.
Sigo velando tus sueños, mientras la noche transcurre mezclando sonidos de la calle con tu respiración.
El aire de la habitación se vuelve cada vez más rancio y mi cenicero desborda, mientras van pasando las horas y mis ojos sólo saben ver tu rostro perdido entre las sábanas.
La noche se despierta despacio, mientras cantan los gallos y el sol va asomando en el horizonte.
Se acerca el momento en que tus ojos se abrirán y yo podré cerrar los mios después de que nuestras miradas se crucen.
No hacen falta palabras. Tú sabes que yo te velo, yo sé que tú lo sabes...

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