miércoles, 17 de febrero de 2010

MAL SUEÑO


Temblaba aún, sentada en su cama.
Recordaba aquella imagen. Su grito la había despertado de golpe.
Los sueños, pensaba, que crueles son. Ya no llega la realidad, que a veces te tortura hasta lo impensable, sino que aún encima, se tenía que estar expuesta a que, cuando por fin duermes, el sueño se haga pesadilla y el despertar de él, haga fuerte el deseo de nunca mas volver a dormir.
Y en ese momento vagaban sus pensamientos, cuando recordó el bonito comienzo de aquel.
Vio unos ojos que la miraban y ella miraba. Vio una sonrisa correspondida por ella. Vio la cercanía de lo lejano. Vio el deseo del acercamiento...Pero cuando lo intentó, cuando por fin sus manos se iban a juntar...vio que el rostro se deshacía en el aire y solo quedó aquella mano, mano vieja de momia a punto de evaporarse.
Y la quiso tocar, y la quiso acariciar, y la quiso llenar de vida poniendo la suya sobre ella, a pesar de que aquella mano no era la que ella había tocado tantas veces... pero aún así lo intentó.
Pero cuando acercó la suya, esta se fue convirtiendo en polvo, un polvo gris que se esparció por la mesa.
En ese momento fue cuando con un grito despertó.
Y ese grito se quedó en un ruido sin nombre, pues no encontró como llamarle.
No supo que fue lo que mas miedo le dio; el sueño en sí o no poder llamarle ni a gritos.

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