Se pasa las noches despierta. No sabe si vela, si espera o si busca.
Lo único que sabe es que las noches son más largas que los días...y que son oscuras, y que son más frías.
Pero sus ojos no se cierran ni con la ayuda de sus amigos, esos que le acompañan a todas partes y caben en cualquier sitio. Esos que con sólo un clip, se abren y se ponen bajo la lengua para ayuda de que el sueño llegue.
Pero este es más listo que nadie, ni trankimacines, ni leches. Los burla a todos y ella ya se dio por vencida.
Incluso va temprano al gimnasio a reventar el cuerpo, a ver si esa noche puede descansar mejor.
Otras se va a su mar para que este grite mas que ella y la haga callar.
Incluso se va de visita para escuchar palabras, para que otros hablen por ella y hacerle olvidar las suyas...pero estas siguen rondando en su cabeza y a veces, hasta deja de oír las de los demás.
Y llega la noche, y se mete en cama. Y la música suena, y las letras bailan, y las risas llegan...mas ese vacío, el vacío que deja el sueño, no la abandona nunca, hasta que amanece y se pierden en sueños o pesadillas, cortos, muy cortos...eso si llega...
Y cuando se van todos y se queda sola de todo, se levanta de cama y comienza a buscarlo por todas partes.
Creo que no existe una habitación mas revuelta, pues no cesa de arrastrarse por el suelo, de subirse a las sillas, de mirar detrás de los muebles....no cesa, no.
Esto me ha contado mi amiga mientras le ayudaba a poner en orden sus 30 metros cuadrados.
Y yo le he mirado asombrada, porque no tiene aspecto de agotada...y yo estaría muerta.
Mientras la escucho, miro para la alfombra y se lo he encontrado tirado en ella.
Se lo dije corriendo, pero cuando quise cogerlo para mostrárselo, ha mirado para otro lado y a ignorado mis palabras.
No importó la insistencia que le he puesto, ni mis gritos, ni mis ruegos. Así que acabé dejándolo donde lo he encontrado y comprendí que, quizás sea ella la que no lo quiera ver.
Pero es mi más mejor amiga y ella lo sabe y no la abandonaré, lo quiera encontrar o no...
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