martes, 8 de diciembre de 2009

HA VALIDO LA PENA


La verdad, no tenía perdón, pensé al ver la tela de araña de la esquina.
Hoy sí que hacía frío, de ese que cala hasta los huesos, y la humedad del mar, que entraba por la puerta...puf, frío frío.
Así que primero he abierto bien todo y cambié las sábanas de la cama, y encima le he colocado la colcha de pelo que tanto me gusta.
El polvo no se hasta dónde llegaba, así que sacudí bien la alfombra, dándole golpes contra la piedra de enfrente de Curruchiño, hasta sacarle la última mota de polvo, y le he vuelto a colocar cerca de la chimenea, después de barrer y fregar todo el suelo.
La verdad, vale la pena ahora ver como ha quedado todo.
He llevado una nueva cosa para él, pues con el frío es algo que me gusta de verdad; una cafetera espresso, comprara en el Lidl, con precio estupendo, y unas tarrinitas de crema de leche ,para quien le guste cortado. Estos alemanes no se lo montan nada mal, no...Ah! y chocolate negro con avellanas, rico rico.
He encendido la chimenea por primera vez, y me he perdido mirando el chisporroteo de las llamas y mientras lo hacía, me he acordado de aquella valenciana que no entendía como alguien se podía quedar extasiado mirando el fuego de una chimenea, en vez de largarse a ver una película de cine...y he sonreído. No era del norte, dijimos...
Todo esta en perfecto estado; he cerrado la cristalera y en la oscuridad, he visto la luna y las estrellas reflejada en nuestro mar.
Después me he ido a tumbar sobre la mullida alfombra rodeada de cojines y me he quedado mirando las llamas. El calor hizo que mis mejillas se sonrojasen y que a mi cuerpo le estorbara la ropa , así que la he sacado y sentí la libertad de no tener nada sobre la piel.
A mi nariz ha llegado un riquísimo olor a café recién hecho y escuché el crujir del chocolate al ser partido en pedacitos...rico, rico.

No hay comentarios: