Siempre fuiste sueño, siempre volaste llegando al destino deseado en cada momento de tu vida.
Y cada experiencia te enriquecía y te envolvía, haciéndote vibrar. Y absorvías cada situación que disfrutabas con la sensibilidad que te caracteriza.
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Y luchas por hacer que tus sueños sean realidad tangible. Por llegar al fondo con ÉL y entregarte totalmente a ellos, sin tapujos, sin obstaculos, sin límites impuestos ni normas prohibitivas que te corten las alas.
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Y te entregas sincera, porque tu única norma es el respeto hacia la verdad, hacia los valores , hacia la lealtad. Con ellos vives y con ellos te entregas. creyendo que ÉL los compartía..
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Pero te has dado de narices contra la pared. Te has equivocado esta vez, te has dejado llevar por sueños que no se han podido realizar. Y a pesar de eso has pataleado, has luchado, y sigues luchando en una batalla perdida ya desde el principio.
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Y te sientes burlada, pero dices que ya no importa... pero sabes que no es cierto, que aún importa, que aún duele y cuando nadie te ve, gritas y arañas las paredes de tu habitación, dejándote las uñas en ellas.
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Y sigues equivocándote, sigues buscando que se hagan realidad, al mismo tiempo que la rabia te invade....y sabes que aún importa, sino habrías abandonada los sueños al despertarte ese día. Le habrías puesto un punto y final, pero no eres capaz, porque aún importa, importa y duele.
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Solo nosotros manejamos nuestros sentimientos y nos dejamos llevar si queremos, incluso perdiendo nuestros valores.
Solo nosotros podemos cambiar eso,etiquetandolos y guardandolos en el armario de los recuerdos, porque no todos lo sueños se pueden hacer realidad, no, todos no.
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