Fuiste mi única alegría tanto tiempo... tu calor me besaba el cuerpo, la caricia de tus aguas me hacían perder el peso de mi alma, tu suave murmullo en medio de cantos de pájaros y ramas mecidas por el viento.
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Fuiste un amante perfecto al que yo acudía esperando tu abrazo cálido con desesperación. Y me diste esa paz, que mi alma tanto necesitaba, me perdí en ti, en tu olor, es tu color, en tu susurrar.
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Pero, ¿por qué ahora te sigo buscando?. Corro igual a tu lado y busco tu fiereza, tu bravura, tu rabia, el tronar de tu voz que me hipnotiza, el frío que me da en el rostro y cuerpo, el viento que me quiere llevar...y sigo corriendo en tu busca. Y te encuentro, y siento que con tu rabia te llevas la mía, o, ¿es que me quieres llevar contigo?.
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Miro las olas que se acercan a mi con fuerza, siento que me invitas a sumergirme en tus aguas, que quieres que entre en ti y me deje llevar lejos, allá, perdiéndome en el horizonte sin límites.
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Y llueve y ya estoy mojada... y ya me has mojado las zapatillas, y yo te miro con fijeza y me enamoras y me siento bien caminando hacia ti, y cada vez me adentro más y tus olas comienzan a subir por mi cuerpo, a golpearlo con fuerza, estoy bien, formo parte de ti, mi amante, el que nunca me ha dejado, el que nunca me pidió, solo me dio y me sigue dando.
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Comienzo a cantar contigo, mientras ya me llevas en tu seno , no hace falta que camine, ya tu lo haces por mi, y me envuelves y me arrullas y me besas, y cierro los ojos y ya no siento dolor, ya no siento nada, ya formo parte de ti, mi amante, ya soy mar...
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