sábado, 7 de noviembre de 2009

SUS OJOS SONREÍAN


Y la niña abrió los ojos.
Su mirada era clara y limpia y la miró al rostro.
-Mi niña, ¿Ya no lloras?.
-No mamá.
-Mi niña, ¿tus ojos sonríen?
-Si mamá, mis ojos se han curado.
Y la madre le acarició el pelo; sabía que iba a pasar.
Las madres lo saben todo.
y la niña recostó la cabeza en sus rodillas.
Y sus ojos siguieron sonriendo.

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