Por más que queramos ser únicos, que pensemos que nuestras historias son originales e irrepetibles, que nadie siente como nosotros, que nadie sufre como nosotros, que nadie lo vivió como nosotros, que nunca se volverá a repetir porque fue único, que...que....
Todo mentira. Podremos revolver los ingredientes de la forma que queramos; darles vueltas en redondo o de arriba abajo, sacudirlos fuerte o aderezarlo con los condimentos que quieras. Puedes hacer lo que creas que logrará que sea único, pero jamás lo encontraras.
Todos tenemos esos sentimientos, todos los vivimos, todos los gozamos, todos los sufrimos...todos.
¿ Qué cambia?, pues sólo tu actitud ante ellos...o ni siquiera eso, pues muchos tomarán tus mismas decisiones.
Y si lo piensas, que poca cosa somos, que seres tan iguales, pues no hay sentimientos por inventar, ni situaciones, ni historias. Siempre encontrarás alguna como la tuya, aunque te creas único.
Me parece triste verlo desde este punto de vista, pero hay que ser realista y yo, de eso, ya sé un montón. La realidad es algo en lo que rijo mi vida, aunque siempre habrá sitio para los sueños, eso si, sino estaría muerta y yo, de muerta no tengo nada.
Quizás los halla mucho más muertos que yo, que se crean mas vivos y fuertes, quizás me ría yo de todos esos que lo sienten porque no quieren despertar del mundo de fantasía donde viven...
Pero, después de todo... mejor dejarlos así. Tarde o temprano se le caerá el velo que llevan ante los ojos y también, quizás, uno de esos sentimientos que compartimos todos, los sienta con mucha mas fuerza, y ese sentimiento arrastre otros, por desgracia de la misma gama...
Bah, nada, que resumiendo... !Qué vulgares somos!.
Y tú, si, tú...¿te crees especial? je je je.
Pongamosle un verde esperanza al texto, verde esperanza de burro.
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Foto: Carmela
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