sábado, 9 de enero de 2010

NO QUIERO VER MAS, NO


Ayer fue el día de su cumpleaños.
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No entiende bien porque esta con su primo en casa sin saber nada de los suyos.
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Cumple 12 años...después de todo, es su cumpleaños, y aunque sabe que ella no puede ir, él sí que puede ir a decírselo y esperar su beso.
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Ayer su madre le había parido y fue la mujer mas feliz del mundo cuando vio su rostro por primera vez.
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Al anochecer, su padre y su hermana irán a su lado a decírselo.
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Dicen que sufrimos mucho al nacer....pero ¿cómo sufrirá este niño cuando le digan que el día que su madre le dio la vida, lo ha dejado para siempre?.
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Miro el rostro del marido sereno recibiendo a la gente. Sabía que iba a llegar este momento y se había preparado para ello... ya tendrá tiempo para el, si, ya tendrá tiempo.
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Miro el rostro de su hija, mientras la mira con una sonrisa. Miro su rostro observandola con ese cariño que sólo una hija especial puede reflejar ante el cadáver de su madre. El rostro sereno de quien lo entiende y acepta. Ya tendrá tiempo para ella, si, ya tendrá tiempo.
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Miro el rostro de ella, un rostro sereno y que inspira la tranquilidad de haberlo dejado todo bien, de saber que ellos cumplirán su promesa, la promesa de la aceptación. El rostro tranquilo de una mujer de cincuenta años que ha dejado a las tres personas que mas quiso en su vida preparadas para su ida.
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Y no veré mas, no, porque no quiero ver el rostro del niño cuando le digan que el día que su madre le parió, no la volverá a ver más que tras un escaparete, con una sonrisa en el rostro y rodeada de rosas blancas.


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