Las caricias engendran caricias,
los besos piden más besos,
cuanto más te acaricio más te deseo.
Llevo en mí aquel momento,
a la sombra de aquel castaño,
ungías mi cuerpo en tus fluidos,
aceite de estrellas me semejaba,
de tu boca solo salían susurros,
de tan apretado tu cuerpo al mio.
.
Tus labios queman,
son rojos y ardientes,
como ascuas de fuego que brotan de ti.
.
Todo tu cuerpo se tensa, cae sobre mi,
como fruta madura,
para tu gozo y el mío,
luego se relaja,
una sonata nos invade,
como la música de cien violines,
tierna y cálida.
.
El sol nos despierta,
el amor nos excita más aún,
nuestros cuerpos no admiten reposo,
en ese roce de piel con piel,
vuelven a quemar tus labios,
y tu sonrisa, fulgor de estrella,
se derrama sobre mi.
.
JAUMEREI
1 comentario:
Escucho la música de cien violines, bajo la sombra de aquel castaño.
Eso es lo que logras,que sintamos contigo.
Gracias por estar siempre aqui Jaumerei, gracias por invitarnos a vivir un mar de emociones.
Te quiero por tu franqueza, por tu amistad, por tu compañia, por ser amigo incondicional, por...por...
No me faltes nunca, no nos faltes nunca.
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