miércoles, 11 de marzo de 2009

TONTO EL ÚLTIMO

Los dos esperaron el momento apropiado donde pudieran dar rienda suelta a sus más fervientes deseos y , en aquella soledad, dónde sólo ellos la perturbaban , dieron comienzo a un ardiente baile pasional, entre gemidos y estremecimientos de placer.
De pronto sintieron como la puerta se abría y entraba ella con un gran cubo lleno de una extraña mezcla de olores que despertaron sus sentidos, y vertiendo esta sobre la piara, se alejó con cara de complicidad.
Sin poderlo resistir, separaron sus cuerpo y corrieron hacia la piara como si en ello se les fuera la vida.

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