viernes, 13 de marzo de 2009

ESTOY CONTIGO

En la soledad de su habitación miraba hacia el frente; el armario empotrado sin puertas aún, las paredes vacías y sólo cuatro muebles viejos era su mobiliario.
Su cama no era de matrimonio ya hacía tiempo; de un colchón grande, había pasado a convertirse en dos pequeños juntos, pero con frontera en medio; ese fue el primer paso.
Ahora estaba ella allí, mirando lo mucho que quedaba por hacer y, restándose en su colchón, miró para el otro ya vacío.
Tendría que comenzar a poner ya cortinas para tapar los huecos de aquel armario tan grande, pues éste le daba la sensación de que se la iba a tragar. Sacaría los trastos del suelo, colgaría algún cuadro de su época de pintora, para que las paredes parecieses más pequeñas.
Lo único malo es que no daba encontrado el momento para ello, pues el esfuerzo de acostarse y levantarse ya la dejaba mermada.
Apagó la luz y espero que alguien le susurrara al oído "estoy contigo".

No hay comentarios: