Duerme mi niña; cierra los ojos y no sufras por la mirada triste de ellas; saben que las quieres más que a nada en el mundo y, con el tiempo, poco a poco, irán olvidando el dolor que sienten ahora y ya no le lo reprocharán.
Duerme mi niña; valora tu vida anterior y acéptala con todas las negaciones que tu misma te has dado y guarda sólo el amor de tantos momentos disfrutados .
Duerme mi niña y deja de mortificarte pensando en el futuro , pues este se andará poco apoco y dejando transcurrir el tiempo, las cosas se irán arreglando.
Duerme mi niña; deja de sentir esa sensación dolorosa de soledad y hazla tu amiga, pero deje abierta la puerta a quien te busca y le encontraras.
Duerme mi niña; no temas el no volver a sentir en tu cuerpo la caricia que te haga temblar de nuevo; llegará y te acariciará el pelo como yo lo hago ahora.
Duerme mi niña, cierra los ojos...
Y la niña cerró los ojos, mientras su respiración se hizo más suave y las lágrimas dejaron de quemar sus mejillas, dejándose llevar por la caricia de su mano y el sonido de su voz...
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