Conducía su vehículo mirando hacia el frente pero sin ver. Sólo tenía un pensamiento y este le hizo parar el coche en el aparcamiento de la playa. Salió de el y miró hacia el mar. Comenzó a caminar lentamente y se introdujo en este. El agua la iba cubriéndo, pero ella seguía segura de sí hacia delante y llegó a desaparecer por completo del paisaje.
Ya en la arena, sacudiéndo su ropa pensó que se había olvidado de que sabía nadar asi, que volviéndose a meter en el coche se dirigió hacia su casa, pero esta vez con una sonrisa en el rostro.
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