martes, 29 de septiembre de 2009

LA TARDE PARECE UN ADAGIO


La tarde parece un adagio,
las horas tan solo notas,
melodiosas o discordantes,
según nuestras sensaciones.
.
En mi soledad acompañada,
ya conocéis los sonidos,
de la sociedad en que vivimos,
intento escuchar la sinfonía del mar,
que intenta sonar,
entre los bajeles del recuerdo,
entre las brisas del cariño,
entre las olas de ternura,
que forman este adagio.
.
Cierro los ojos y juego a quererte,
siento el embrujo de tu voz,
tengo miedo a las palabras,
pueden romper este sortilegio,
que envuelve mi cuerpo,
como una delicada piel suave,
amorosa, tierna, cálida.
.
Quizás este es el momento pleno,
en el que la voz se vuelve canto,
en que la luz del atardecer,
penetra el alma embrujada,
como un velo de misterio.
.
Y de nuevo juego a quererte,
porque no puedo dejar de amarte.

JAUMEREI

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