jueves, 3 de septiembre de 2009

FIN DE LA TEMPESTAD


Después de la tempestad viene la calma... antiguo refrán de viejos, tan viejos que ni los más viejos se acuerda de dónde salio.
Mi barco se fue a la deriva, mi barco fue sacudido entre olas gigantes y vientos huracanados. Mi capitán lucho contra viento y marea como todo un coloso, hasta que , sin darnos cuenta, el viento fue amainando y la calma volvió de nuevo
Se perdieron partes del navío, que quedaron tras la tempestad en el fondo marino. Pero se ganó la experiencia de saber como luchar contra la tormenta, contra las visicitudes de la vida, de los peligros del mar, del viaje por sitios desconocidos e inciertos por dónde habíamos navegado.
Ahora me queda lo menor para mi tras el desastre, y es limpiar la borda y repararla bien, hasta que quede en perfecto estado, mientras mi capitán descansará del esfuerzo, su grumete, hará que cuando abra los ojos, todo esté perfecto para él y su despertar sea reconfortante.
Estaremos preparados para que ya nada pueda con nuestra odisea.

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