Comenzó como una pequeña gota,
cayó sobre mi piel, penetrandome,
invadiendo mis sentidos,
una noche de verano.
La gota se hizo hilillo,
que fluía cada vez mas profundo,
hasta que de mi cuerpo,
se hizo dueña y señora.
Por el desagüe de mis venas,
hoy la dejé partir,
pues envenenada venía,
sólo con ansias de hacerme morir.
ANONIMUS
5 comentarios:
Que buen poema, en pocos versos cuanto contenido, felicidades es un poema muy bueno.
Muy buen contenido en estos bellos versos.
Saludos afectuosos
Leonor
Gracias GUMIEL por tu momentario.
Cuando sea joven quiero ser como tu.
Achuchones
ANONIMUS
Saludos Leo y gracias también a ti.
Me habéis dejado sulivellado.
Un abrazo.
ANONIMUS
Gracias por tus achuchones, lo que me has contestado curiosamente me recuerda a una buena amiga mia a la que le digo lo mismo. Curiosa coincidencia.
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