Te encontré dormida,
con una rosa blanca en la mano,
indefensa con el sueño sonreías,
sonreía también la rosa blanca,
no caía de tu mano,
parecía aferrarse a tu mano,
como si de un recién nacido fuese,
tú sonreías orgullosa,
como madre de esa rosa blanca.
.
Me sentí cegado de su color,
de tu dulce semblante dormido,
absorto, contemplándoos,
no sabía que me cautivaba más,
si la rosa o tú.
.
Y la rosa emana,
en el silencio en que os contemplo,
una delicada esencia,
que hace tu rostro aún más virginal,
llena la habitación de efluvios,
y todo huele a ti,
a rosa blanca,
a eternidad.
JAUMEREI
5 comentarios:
Bellos versos Carmela. Sensibilidad, ternura y maravilla deja cada frase aquí escrita.
Un placer leerte
Un beso
Gracias Carolina, pero yo no soy capaz de escribir versos tan bellos como los de mi amigo Jaumerei, pues son de él.
La sensibilidad la tiene a flor de piel, eso se nota nada más leerlo.
Un biquiño muy grande.
Gracias Carolina, es un placer que te guste.
precioso y lleno de ternura y sentimiento Jaumeri me gusta leerte, haces evocar cosas bellas.
Campanilla, conque solo sea una copia de tu alegre tintineo me conformo, gracias:-
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