Y llega ese momento de la noche,
donde el silencio lo envuelve todo,
y tú perdida en medio de la oscuridad,
elevas tus ojos, buscándole en el cielo.
Un día le llegaste a ver, casi a tocar,
su imagen era tan bella,
que tu semblante se iluminó,
al sentir la dicha del encuentro.
En este momento,
esperando, te sabes perdida,
dejando que ríos de sal nacidos de tus ojos,
rieguen las flores ya marchitas.
Quieres gritarle al viento que te lleve lejos,
donde nada te pueda alcanzar,
donde el afán de buscarle se pierda,
en el ocaso del olvido.
Mas sólo la noche te cubre,
y el gemir de tu alma dolorida,
y latidos rotos por el dolor,
entre soledad y silencio.
4 comentarios:
¡Qué malas y largas son las noches de penas,lágrimas y recuerdos!
Salu2
muy triste escrito, pega fuerte.
un abrazo
¿Pintamos un sol?
Saco lapiceros de colores.
Un biquiño cual suave brisa marina...ya sabes.
reitih, tu siempre tan amable.
Gracias por vuestra presencia y comentarios.
Como que anima a una y a los que aquí estamos.
Bicos y nos seguimos.
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