martes, 4 de agosto de 2009

QUISIERA SER CIELO, MAR, ARENA...

Araño mi piel con rabia. La rasco con fuerza porque quiero ver que ahí debajo de ella. Se empieza a poner roja y las pequeñas venitas comienzan a romperse bañando en sangre todo. Sigo rascando porque no me llega eso, quiero ver más allá de donde mis ojos nunca vieron. Así que rasco tan fuerte que se me quedan las uñas en ello hasta que comienzan a salir jirones de carne para afuera y un hoyo ya profundo va dejando a la vista la puta realidad, y es que no hay nada ahí, nada que valga la pena buscar ni que te va a dar respuestas. Se asoma el blanco de un hueso. Parece el del perro de mi vecino que roe sin parar.
Que coño busco? ni idea, solo intentaba encontrar algo que diera sentido a mi vida, algo que me hiciese pensar en que vale la pena estar viva y seguir respirando. Algo que no sea pensar con la cabeza sino, algo material a que agarrarse, pero me doy cuenta de que sólo somos carne, huesos que dan apoyo a una cabeza que sólo sirve para pensar.
Estoy agotada ya, cansada de buscar, así que pondré en movimiento este amasigo de células y caminaré hacia la playa. Allí todo lo que se ve, sí tiene sentido, porque lo que se ve no piensa, no tiene cabeza, ni el cielo, ni el mar, ni la arena. Simplemente están ahí, esperando por estos cuerpos con cabeza a que disfruten se su imagen.
Quisiera ser cielo, quisiera ser mar, quisiera ser arena.. ¿quién a elegido por mi? ¿quién se ha creído con ese derecho?...

No hay comentarios: