jueves, 13 de agosto de 2009

AYER


Ayer me quedé esperando hasta que te dormiste. Tu respiración se hizo cada vez más lenta y pesada y tu áurea reflejaba paz y tranquilidad. Besé tu rostro sin tu saberlo...te besé despacio, suave, silenciosa y tu respiración se fue agitando poco a poco según mis labios te iban quemando. No se dónde tus sueños te llevaron. Sólo se que abriste los ojos y me miraste. En ese momento supe que me tenia que alejar y me alejé dónde ya no me podrías alcanzar ni yo podría seguir besándote. Ahora me encuentro sóla y me abrazo sin dejarte espacio...

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