jueves, 23 de julio de 2009

MENUDA COLADA


Vaya, menudo lavado iba a hacer!. Abrió la lavadora y comenzó a llenarla; primero las equivocaciones de su niñez; esas no eran tan malas como las de mayor, pero sí le habían afectado toda su vida y las llevaba arrastrando aún detrás de ella. Después metió las de su adolescencia, quizás no habían sido tan inocentes como las de su niñez, pero la confusión de aquellos años, las dudas, la rebeldía le había llevado a ellas, así que las metió con ganas también. Después le toco a las equivocaciones de su pasado como mujer madura, puf...pensó que aquellas no habían sido ni pensadas, ni caviladas, más que equivocaciones, fueron negaciones que se transformaron en tal. Esas sí que las quería meter y bien adentro y todas, hasta las de ahora mismo...hasta ese mismo momento. Ya estaba la colada lista para ser lavada. Abrió el compartimento del detergente y echó uno muy especial, detergente "el olvido", borraría hasta las manchas más dificiles...y en el otro, suavizante "el perdón", ese sí que le daría el toque final. Puso la lavadora en funcionamiento y, con una sonrisa en el rostro, se alejó de allí. Espera no tener que hacer un lavado de esos en muuuucho tiempo.

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