martes, 2 de junio de 2009

NUNCA PASES HAMBRE, DECIA SU PADRE...

Se había levantado tarde; sólo le dio tiempo a vestirse rápidamente e ir al aeropuerto a buscarlos.
De vuelta ya no pararon en casa ni en ningún sitio, sino que fueron directamente al tanatorio.
Allí tubo que cumplir con los requisitos de hijo del difunto y mientras estrechaba manos y respondía a pésames, fue dónde comenzó a sentir un cosquilleo en el estomago y un extraño ruido entre sus tripas. La gente no cesaba de llegar; parecía que todos los que su padre había llevado en su autobús durante 40 años fuesen a despedirse de él.
No sabía que alguien le observaba con cara de comprensión; era su mujer, que acercándose le metió en el bolsillo un paquete envuelto en papel de aluminio.
Pero la gente seguía y, es más, fue acumulandose cuando apareció el cura, cuando metieron el ataúd en el coche fúnebre y se encaminaron hacia la iglesia, mientras el cosquilleo de su estomago se había convertido en dolor y el peso en su bolsillo no le dejaba pensar en otra cosa.
Se sentaron en los bancos próximos al altar y un coro comenzó la celebración mientras sus tripas orquesteaban la canción.
Vamos a ver...se dijo; allí era el mejor sitio, no?. " el que come de mi será nunca pasara hambre", multiplicación de panes...cenas de despedida con amigos....Hasta el mismo cura comía y bebía y la gente iba por su pedacito del banquete, en fila india y sin vergüenza ninguna...
Así que lo hizo; metió la mano en el bolsillo, desenvolvió el bocadillo de chorizo y, con el primer mordisco, sintió como el dolor de su estomago se calmaba.



1 comentario:

Anónimo dijo...

que bien y que bueno ,si señor verdadero aunque paresca chistoso , la verdad dura y pura jamia sacra .bikiños