miércoles, 10 de junio de 2009

MIEDO

Quería hablar del miedo y tenía miedo o escuchar su voz, quería escribir sobre el miedo y temía leerse después. El miedo no la dejaba revelarse contra él hablando de su propio miedo; le daba miedo y, así quedó, paralizada.
Pero cogió su cuaderno y su bolígrafo y escribió MIEDO. Miró bien esa palabra mientras la angustia no le dejaba casi respirar. MIEDO; ya no al lobo, ni a las arañas, ni al hombre del saco, ni a los sitios oscuros.... dulce miedo el de los niños que les hacen corren buscando protección... Quería ser niña de nuevo, pero no lo era y no tenía quien la salvara del lobo, ni le matara las arañas...
MIEDO... a qué?. Cuando el miedo nos domina, no hay a lo que no se le tenga miedo; se convierte en una cadena que arrastramos. y cada miedo un eslabón de ella...
Se levantó de la cama y se dispuso a buscar las mayores tenazas que encontrara, eso si, llena de miedo....

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