Mientras su cabeza daba vueltas, pensando en su situación actual, en la de ese mismos instante, un futuro nada prometedor se le presentaba, mientras hacía recorrido de su vida desde unos meses antes, unos meses en los que se había sentido nacer de nuevo, progresivamente, sintiéndose revivir poco a poco, paso a paso, aunque, para ello, fuese levantando castillos en el aire, castillos que en mitad de su construcción, veía como se iban callendo a sus pies, pues, sin base todo son sueños y de los sueños un día te despiertas y no te queda más remedio que enfrentarte a la realidad de la que has intentado escapar.
En ella, su realidad era la soledad, la falta de futuro, la falta de amor...
La soledad la fue reconstruyendo con naipes en el aire, uno a uno, pesándole una tonelada cada pieza, pero en el aire...
El futuro lo hizo de la misma forma, pero aún tenía sólo la base, pues le era mas difícil, pieza a pieza,. pero en el aire...
El amor, ese fue el que la había ayudado a levantar los otros castillos, el que le sujetaba la mano mientras colocaba cada naipe en su sitio y, a la vez, iba construyendo el suyo propio, pero en el aire...
Así se veía ahora ella, rodeada de castillos los cuales con sólo un soplo de aire caerían por su propio peso.
Lo tenía claro, mientras respondía a un sms de publicidad: Por sólo 1,20, un millón de euros son para usted...
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