domingo, 26 de abril de 2009

BAJO LAS SABANAS

Le estaba esperando, metida ya en la cama , cubierta por las sabanas. Sólo podía pensar en su llegada, en el momento en que le viera avanzar hacia ella, con aquella sonrisa que la hacía estremecer, con aquella mirada que la traspasaba a través de la ropa, con aquella voz tan acariciadora que lograba despertar el deseo en ella.
Allí estaba, esperando, mientras su cuerpo se confundía en medio de cojines y un osito de peluche al que se solía abrazar buscando su suave tacto.
El tiempo pasaba, los minutos transcurrían calmos, lentos, en silencio; sólo se oía su respiración entrecortada.
La puerta se abrió, ella entró, y no con cara de amor, sino con gesto enfadado. Se quedó paralizada; con un poco de suerte no notaría su presencia pero, no fue así y levantando las sabanas y con una zapatilla en la mano le gritó fuerte.
-Ya estoy cansada, este no es tu sitio gata tonta. Para qué te compramos el cojín? Largate que lo llenas todo de pelos!.
Corrió a la desesperada; no lograría alcanzarla, pero.... lo volvería a intentar; ya valía de gatos feos y callejeros y el de su vecino...hummm... aquel ronronear.....

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