domingo, 24 de mayo de 2009

SOLO UNOS MINUTOS

Allí estaba, sentada en un banco. Las piernas le colgaban y en sus manos sostenía un gran helado de chocolate, con el cuál su madre, había conseguido el poder dejar de vigilarla un poquito, segura de que no se movería hasta haberlo acabado, mientras ella ojearía una revista recién comprada llena de moda y cotilleos.
La niña disfrutaba de aquel helado; le pasaba su lengua una y otra vez manchando su carita , sus manos y aquel precioso vestido con el que su madre la había puesto tan guapa.
Al mirar de frente , le vio allí en el callejón, arribado a un muro y, mientras le sonreía, le mostraba una hermosa muñeca de trapo..!qué bonita!, pensaba la niña mientras observaba los gestos que la invitaban a acercarse.
Puso el helado en el banco, dónde su madre, absorta en un bonito vestido de Carolina de Monaco, ni cuenta se dio del gesto.
Se puso en cuclillas y le tendió la muñeca, que ella cogió y, con una sonrisa de amabilidad le dijo: ¿quieres más? Tengo una casa llena de ellas aquí cerquita , ¿vienes conmigo?.
Se alejaron y nadie se dio cuenta.
Cuando miró hacia su lado, imaginando el desastre de las huellas del helado en el cuerpo de su niña, sólo encontró los restos de este derretidos.
!María ! gritó angustiada... si sólo habían sido unos minutos!
Minutos que marcarían el resto de su vida.

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