sábado, 16 de mayo de 2009

LA CITA

Era feliz allí, sentada en la barra de aquella discoteca a la que acudía todos los sábados desde hacía mucho tiempo. Llegaba, pedía una copa y esperaba el momento.
Lo veía desde la distancia, bailando en la pista con otra, meneando su cuerpo al son de la música.
Pero a ella no le importaba, porque esperaba con ansia. Y así fue.
Él dirigió su mirada hacia ella y , esbozando una sonrisa preciosa, le guiñó un ojo.
Acabó su copa rápidamente y salió del local.
Camino de su casa, hacía el recorrido bailando con fantasmas, sin importarle lo que pudiesen pensar lo transeúntes nocturnos.Sólo sabía que era feliz y que esa noche, soñaría con el.

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