domingo, 22 de febrero de 2009
UNICORNIO DIVINO
Revuelto de olas en un tibio mar
rizada emoción de noche sin luna
marea cálida, arena de duna
que el viento desliza sin parar.
Sonrísa etérea, esposa del zar,
pícara y dulce mirada tremula
voz única, canción, ternura
que embelesa pura el alma locuaz.
Manantial inagotable de pasión
que filtra como fuerza magnética
atrayendo y repeliendo la ilusión
de todo buen señor que se te acerca
que una afín corriente energética
hará brillar tu luz por donde quiera que vengas.
LEPIDUS
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