viernes, 27 de febrero de 2009

EL SALVADOR

Caminando absorto en sus pensamientos, iba despacio para que pudieran fluir sin prisas; necesitaba meditar. Miró para el suelo y la vio allí, tendida a sus pies, yacía desvanecida, mezclando su suave piel con las arenas de la playa. Era tan transparente que casi costaba adivinar su silueta. La miró fijamente pensando en los sentimientos que en el había despertado; había logrado borrar todos los problemas que tanto le preocupaban, porque viéndola así ya habían dejado de tener sentido y comenzó a pensar en como salvarla de la muerte segura. No era tan fácil, además de la implicación causaría sufrimiento, pero no podía dejarla allí, sabiendo que el sol acabaría quemándola .
Después de un gran esfuerzo tomó la decisión y , cogiéndola suavemente, se encaminó hacia la orilla del mar y allí la posó despacio por miedo a hacerle daño. Su cuerpo comenzó a flotar y , poco a poco vio como se iba alejando en silencio perdiéndose en la profundidades marinas.
La sonrisa de su cara al verla reaccionar y la sensación de salvador cesó cuando comenzó a notar el quemazón en sus manos regalo de aquella agradecida medusa...

Noviembre 2009

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