sábado, 12 de junio de 2010

TE SENTÍ RESPIRAR


Me desperté sobresaltada sobre mi lecho de margaritas.
Sentí que te habías ido, que me habías dejado abandonada como viajera de tren sin billete.
Y te busqué con la mirada, loca, desesperada, sintiendo mordiscos certeros de soledad desgarradora.
Mas te sentí respirar y acercándome mucho a tu cuerpo me volvía a dormir
Mientras fuiste tú el que despertaste sobre mi piel y Morfeo se fue con la luna dejándonos a solas.
Ya no volvimos a dormir, sino que bailamos al son del viento del deseo hasta el amanecer.
Ahora tengo sueño, mucho sueño...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

a veces la ausencia llega desde dentro, y es necesaria

Carmen Silza dijo...

Carmela me ha gustado esta entrada tuya....así abandonada en un tren sin billete nos hemos sentido alguna vez...besico guapa..

Unknown dijo...

Ausencia interior?...Santiago, pienso que esa ausencia se va ocupando con la búsqueda.
Si no existiera, pues estaríamos robotizados no?
Necesaria...Lo único bueno de ella, es el empuje hacia ansiado.
Gracias meniño por estar aquí.
Biquiños grandes grandessssssss

Unknown dijo...

Carmen, pienso que no existe nadie que no halla sufrido una ausencia.
Un biquiño fremosa por estar.

Andri Alba dijo...

WOW, seguro que una faena donde el deseo se manifestó amplia y dulcemente. Bonito, me gusta.

Hoy estoy aquí para leerte un rato, pues veo que tienes varios post que no he leído.

Un abrazo, Carmela.

Gerardo Omaña Márquez dijo...

Una vez más me hundo en el fondo bello de tus letras
y encuentro tu alma FLORECIDA,
recorro el abismo y te detecto feliz de haberte hayado.

Simpleza infinita que nos une
que nos llama y nos confunde.

Y es que todo nos mueve al mismo espíritu
donde el tiempo nos envuelve,
nos amarra y estremece.

Besos para tu alma
Caballero del Crepúculo