PARA MI ANÓNIMO

Huyes del dolor como alma que persigue el diablo.
Escapas de todo aquello que te haga sufrir dejando, incluso, a las personas que amas en el camino. A aquellas que sí te darán la mano cuando el sufrimiento llegue a tu vida irremediablemente... y te verás solo.
No tendrás a esos con los que compartes sonrisas, porque un amigo es mucho más. No tendrás a nadie a tu lado, porque tú abandonaste a aquellos que sí te lo darían todo, lo compartirían todo porque te amaban en los buenos y malos momentos, como hacen los verdaderos amigos.
La vida es algo más que sonrisas fingidas, que brindar con una copa un día de fiesta, que un cuerpo en una cama con el que solo compartes sexo.
La vida, tarde o temprano te hará comprender lo equivocado que estabas cuando huiste de aquellos que sí te amaban, que sí te lo dieron todo, que sí estaban dispuestos a llorar y reír contigo.
Ese momento está a la vuelta de la esquina... quizás hoy, quizás mañana o dentro de un año...pero llegará.
Y cuando llegue y te veas solo, ahí sabrás lo que es un amigo de verdad. Sabrás lo que es el amor compartido. Sabrás que lo que te espera en el futuro; la soledad y el vacío tras una vida de egoísmo y cobardía.
Lo único bueno, es que aún estás a tiempo de recapacitar y pensar que no hay nada más bello que la amistad y el amor verdadero, para lo bueno y para lo malo, para reír, para llorar, para compartir palabras o simplemente silencios....


Esta es mi contestación a ese anónimo que me  ha preguntado si puede ser posible.
Todo puede ser posible y jamás perdí la esperanza en ello, por eso puse todo de mi parte.
La vida golpea... a veces demasiado fuerte. Pero si tienes a tu lado a alguien que te da la mano, la sonrisa nunca desaparece y las cosas se resuelven por sí mismas.
El sufrimiento inútil no lleva a ningún sitio, solo a más sufrimiento.
A pesar de todo, yo tiendo mi mano a aquel que yo amo. Y éste es el que tiene que elegir si está dispuesto a asirla o no.
La vida nos hace pasar por muchas fases y nunca dejamos de aprender... aunque duela. Pero la felicidad puede estar a la vuelta de la esquina... así de fácil es.
Te quiero.