jueves, 4 de agosto de 2011

TRAS EL CRISTAL NUEVE


Como caracol guardó siempre su cuerpo, como caracol guardó siempre su alma.
Encerrada en concha acorazada vivió años plegada, miedosa a manos, miedosa a voces.
Miedosa desde que era niña y aquel hombre había violado su piel inocente, entre voces de engaño.
Llevó el lastre toda su vida, ese miedo que la aterrorizaba no la abandonó ni cuando movió un dedo y dejó un pequeño hueco a unas solas manos que durante años  no supieron entrar ni en su cuerpo, ni en su alma.
Manos de las que un día huyó, manos lejanas ya. Y plegó el dedo de nuevo, volviendo a formar esa concha acorazada más temerosa aún.


Deseaba vivir, deseaba perder el miedo a que alguien pudiese traspasar al menos una parte de si, y se abrió a una voz, pero no a unas manos.
Se entregó a una voz, dejó que la desnudara, que rompiera la coraza de su alma, pero no la de su cuerpo y fue feliz mientras duró, hasta que un día, esa voz la violó sin tocarla. Y ella huyó de nuevo, y ella reforzó su coraza de alma con barrotes de titanio.


Deseaba vivir, deseaba perder el miedo a que alguien pudiese traspasar su cuerpo, pero no su alma y se abrió a manos, pero no a una voz.
Y se dejó manosear, acariciar, dejó que su cuerpo fuese de manos, pero no de voces. Y se dio cuenta de que así no era feliz, mientras perdida, nada llenaba el vacío que sentía, que la dominaba
.
Llego sin darse cuenta, sin pensarlo, sin buscarlo. Llegó unas manos que abrieron su cuerpo, llegó una voz que abrió su alma. Llegó sin apenas darse cuenta y entre miedo y recelo dejó que penetrara las dos corazas infranqueables hasta ese momento.
Y se quedó desnuda por completo a manos y voz, y se entregó como a nadie hasta ese momento, dejando abiertos sus más ocultos recodos, de cuerpo, de alma.


Herida de muerte, tras un nuevo fracaso, ahora ya no es caracol, ahora ya su coraza no existe, ni tiene barrotes de titanio.
Ahora es sólo una masa informe, un  bolo de carne y sentimientos expuesta a quien quiera violarla de nuevo.
Ahora ya no es nada, ya no es nadie, ahora...será para quien quiera tenerla, pero que nunca la tendrá.
Ahora... bolo de carne...ya no deseos... ya no esperanzas...ya no vida...


Foto: Nélida

13 comentarios:

Melorra dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

TERMINA UNO SIEMPRE SIN ENTENDER, POR QUÉ SE LLEGA HA EXTREMOS ASÍ. FULLLL RELATO, ME TRAMA.
BESOS CRAZY

Lola Fontecha dijo...

Triste y descorazonador fin para alguien que solo quiso abrirse........... Me hizo daño leerte, pero palabra tras palabras me has enganchado con tu entrado. Muy bien escrito, sobre todo por el tema tratado. Un saludo

Unknown dijo...

Triste, tremendamente triste...
Besitos de lindo fin de semana Carmela,TQM mi niña,

El intimista secreto dijo...

Jo, qué fuerte, si está basado en algo real desde luego es muy triste este relato, es como alguien bajo el agua que buscase la superficie y la hundieran una y otra vez. Cada vez más profundo.
Desde el chiringuito, invito a una de vino con gaseosa y patatas fritas. A ver si nos damos pequeñas alegrías.
Besos.

Rubén dijo...

Aún tiene que quedar esperanza, nunca ser un mero pedazo de carne... Besos.

Jaumerei dijo...

Quien cae y se levanta, no ha caido, espero que esta mujer se vuelva a levantar, se lo merece.

Bicos calidos y humedos meniña.

Unknown dijo...

Reltih, pues que quien nace clavo le caen martillos del cielo?
Un biquiño poeta.

Unknown dijo...

Lola, es duro, es dura la vida para algunas personas más que para otras.
Un bico guapa.

Unknown dijo...

Rosscanaria, es triste si, muy triste.
Esperemos que pueda pueda volver a mover un dedo..
Un biquiño.

Unknown dijo...

Mi intimistasecreto, esta sección siempre es real.
Que la vida es así... que a veces mejor.. yo qué sé.
Yo te invito a un tinto de mi tierra y casero.
Un biquiño especial para ti meniño.

Unknown dijo...

Rubo... las esperanzas se agotan.
Biquiños cariño.

Unknown dijo...

Jaumerei, quien se cae, puede levantarse o no. Depende de lo mermado que se esté.
Mi poeta favorito... que te quiero yo y te lleno de besos cálidos y húmedos.