Lágrimas de dolor bajan por sus mejillas mientras recorre
con sus ojos letras de pasado.
El presente es feliz, hoy encontró quien la valora y la ama.
En el pasado solo encontró quien la destrozó en mil pedazos con
mentiras entrelazadas de tal forma, que le costó años desprenderse de ellas.
En el presente pelean por darle la felicidad, pues nada le
parece suficiente para ofrecerle.
En el pasado lo entregó todo como niña soñadora. Se abrió y
dio todo aquello que poseía, su don más preciado: a ella misma.
En el presente no se quería dar, ni abrir, ni ser niña
soñadora, sino dura mujer e insensible.
Tanto tiempo le costó desprenderse del daño recibido, como
de abrirse otra vez a una nueva ilusión y esperanza.
Hoy lee letras de pasado y corren lágrimas de dolor por su
mejilla.
Hoy decidió poner puntos sobre las íes a quien tanto daño le
hizo.
Tiene la necesidad de poner orden en
su vida y que sepan que, aunque se apartó,
nunca fue tonta
Hoy comienza una nueva historia y con calma pero sin pausa
pondrá a cada uno en su lugar.
Que tiemblen los fantasmas de su pasado, porque ella elevará
su espada y rodarán letras por doquier.
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