SÓLO PIDO TIEMPO

Paseando por el boulevar de los sueños rotos, descubrí que no todo era oscuridad.

A cada paso que daba un destello de luz brillaba, rastro de  sonrisas pasadas, de alegrías compartidas, de paz espiritual.

Y esa felicidad renacía cada vez que recordaba ese momento puntual. Quizás un segundo nada mas, o quizás una hora, tanto da, el caso es que allí estaba como recordatorio de que de los sueños rotos siempre hay el comienzo, la punta de la que tiras con ilusión, aunque al final se acabe el sueño y comience la pesadilla.

Pesadilla que acaba con un nuevo sueño que renace de una nueva esperanza.

!Que así es la vida!, me decía a mi misma, mientras mis pasos me llevaban a esa nuevo sueño que me esperaba más adelante, nacido de lo ya comprendido.

Cierro los ojos y te veo,

cierro los ojos y comprendo,

que no valió la pena,

haber perdido el tiempo sufriendo.

Que el tiempo siguió pasando,

lleno de sentimientos de los que,

por no darme cuenta a tiempo,

atrás los fui dejando.

Y de querer morir, ahora sólo pido tiempo para vivir lo que no viví, para poder llevarme conmigo el sentimiento de que sentí, de poder seguir soñando aunque acabe en pesadilla, o quizás pase de largo. ! Que tanto me da! 

Que sólo quiero soñar y que se cumpla o no, eso es al vida. Que lo importante es tener esos ratos en los que la sonrisa te cubra el alma y se queden esos pequeños destellos de luz que me recuerden que siempre valió la pena.

Foto: Carmela