Esta noche soñé contigo.
Nada había pasado, todo era igual y yo sonreía.
Mis ojos, secos, miraban el horizonte y una estela de luz
plateada era sendero sobre el mar que compartíamos.
Esta noche soñé contigo y el futuro no estaba.
Solo un presente con mariposas en el estómago y carcajadas
al aire, y nada importaba.
Pero llegó la mañana y el sueño se esfumó cuando al abrir
los ojos, tú no estabas.
Y ya no había sonrisa ni horizonte, solo lágrimas y sabanas
frías.
Por más que quise cerrar los ojos, ya no pude, y otro
mar volvió a recorrer mis mejillas, único
sendero que ahora existía.
Pero esta noche soñé contigo y volviste, aunque ahora ya no
estés.
Foto: Carmela