No me chilles que ya lo sé.
Me duelen los oídos de tanto escucharte, pero solo oiré lo
que yo quiera y tu ira resbalará.
No grites tan fuerte que me iré, pero no contigo, sino
dentro de ti.
Y mis pasos serán seguros hacia ti, pero ya no te veré, ni te escucharé, porque mis oídos serán sordos a todo.
Ya no haces mella, ya no sacudes ni inflamas; ahora te
siento lejano y de otro.
Soy roca dura contra la que tus olas no pueden.
Déjame en paz o caminaré hacia ti para alejarme de ti.
Foto: Carmela.
2 comentarios:
Carmela, roca y de las duras.
Besitos, buen finde
Vero, igual solo es la cubierta y si le das un poco más fuerte que una caricia... se rompe :)
Bicos meniña!
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