Y cada vez aparecían mas escaleras y mas puertas, derecha, izquierda, arriba, abajo, delante, detrás...
.
Y cada paso que dabas te llevaba hacia el mismo destino. Ese destino que eras incapaz de cambiar, pues no se podía desandar lo ya andado.
.
Y buscabas soluciones a lo imposible. Buscabas como loco la lógica y la razón, el sentido y el porqué, ese punto donde todo se vería claro, ese punto que habías perdido hacia tanto tiempo.
.
Y te torturaba la idea de no poder salir nunca del laberinto en donde habías caído, sin saber ni como habías llegado, sin haberte dado cuenta de que tras una escalera hay otra y tras una puerta, mas escaleras y si ibas a la derecha, acabarías en la izquierda que volvería a ser la derecha, y si subías, tendrías que volver a bajar, para luego volver a subir.
.
Hasta que un día te paraste en seco y dejaste de dar pasos hacia lo imposible.
Te sentaste y cerrando los ojos esperaste esa hilo que te llevase a encontrar la razón y el porqué.
.
Y te diste cuenta que todo había sido un sueño, una pesadilla donde habías viajado mal acompañado, pues tras la primera, viene la segunda y sin darte cuenta, aparece la tercera y. a continuación, la cuarta...
.
Y la cogiste de la mano, pues sólo no podías, y poniéndote en pié te dejaste llevar hacia ese punto donde, por fin, todo tendría sentido.
.
Y dejaste atrás esas veredas que no te habían llevado nada mas que al sufrimiento y la incomprensión hacia ti mismo y hacia lo que te rodeaba.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario