Hoy no he esperado que vinieses tú a mi cama, sino que he corrido yo a la tuya.
Ese cosquilleo que me hacia vibrar cada vez que te escuchaba, ese calor, se me hizo tan fuerte, que hoy no he podido esperar a que me mirases, sino que me recoste en tu lecho y me acurruqué a tu lado.
Hoy es fiesta? Pues lo celebraremos de la mejor manera...ahora, de madrugada...cuando amanezca no habrá tiempo, no, será un día muy ajetreado.
Dejemos nuestro juego, nuestra complicidad a un lado. Olvidemos el día de ayer...hoy ya es hoy, y hoy aquí estoy, acurrucadita a tu lado, recibiendo tus caricias...quemo, quemas...
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