jueves, 28 de abril de 2011

QUE SI, QUE TE HA BORRADO


Que sí, que te ha borrado.
Que ya no eres luz, ni alegría, ni esperanza, ni ilusión, ni sueño, ni futuro, ni siquiera eres línea.
Que de ti solo ha quedado la marca del lápiz presionando el papel.
Que será un papel que tirará a la basura,o quizás mejor quemará, pues ni para reciclar sirves, pues envenenarías más que una pila de reloj.
Que también tirará el lápiz que sirvió para trazarte sólo con su imaginación y que también tirará la goma de nata, esa que ves ahí, pues tanto esfuerzo le costó, que nada quedó de ella más que un "destrozauñas"
Que ya no eres ni fantasma, que ya ni estás, que ya ni existes.
Que así como llegaste te vas, tan insignificante y repugnante como arena de la playa bajo una cagada de gaviota.
Que ya no lo hará de nuevo, que eso de trazar líneas imaginarias con su lápiz, solo sirve para luego ser borradas del papel, que será papel que no servirá para reciclar y habrá que quemar, pues envenenarán más que pilas de reloj y la goma destrozará las uñas.
Que no quiere fantasmas, que lo que quiere es tocar y mirar a los ojos que son el espejo del alma y en los tuyos no habría más que el vacío de mentiras de cobarde.

Quema las uñas del esfuerzo,
de cien líneas imposibles de borrar,
que aún no encontró goma,
con que poderlo lograr.

Que no importa que el papel se humedezca con lágrimas de dolor, que por mucho que se moje esas líneas siguen ahí, pero ya no en el papel, sino en su corazón.
Que el amor es así, líneas de la imaginación imposibles de desaparecer, pues la herida se queda dentro,


Foto: Carmela

lunes, 25 de abril de 2011

YO, NO PECADORA


Yo no pecadora confieso a ti todopoderoso y bienaventurado hombre, todopoderoso y bienaventurada mujer... A ti Miguel, a ti Juan, Pedro, Pablo, Rosa, María, Inés... A todos vosotros, compañeros, amigos, incluso desconocidos, asevero que no pequé gravemente con pensamientos, palabras y obras, siendo consecuente, muy consecuente de que no soy culpable.
Por eso os pido a ti hombre, a ti mujer...A ti Miguel, a ti juan, Pedro, Pablo, Rosa, María, Inés...A todos vosotros, compañeros, amigos, incluso desconocidos que no roguéis por mi ante nadie, pues consecuente soy de no haber pecado ni gravemente ni sin gravedad.
A ti dios y hombre  verdadero, por ser quien eres, por tu bondad, por tu maldad y porque te amo sobre todas las cosas, perdona si alguna vez te he ofendido, temiendo ser castigada con la ignorancia y el olvido.
Ayudada por tu comprensión, intentaré nunca más cometer el error de no saber que eres el dios, que eres el demonio, que eres como yo... HUMANA.

Foto: Carmela

domingo, 17 de abril de 2011

CUARTA PARED


Cansada estaba de ser el actor tras la "cuarta pared".
Frente a ella y a sus  pies las herramientas necesarias para romper la barrera hasta ahora infranqueable tan bien construida, tan a conciencia, que tiempo la había tenido paralizada.
Frente a ella estaba con el cincel en una mano y en la otra el martillo. 
Con el primer golpe vino es segundo y después el tercero, mientras con cada uno su alma respiraba con ansia de libertad tanto tiempo negada por nadie más que sí misma, tras más duros golpes que la vida le había dado.
Comenzó a ver la luz, ese pequeño rayo de claridad que le mostraba que el esfuerzo valía la pena, que su vida podía continuar, que  quizás tardase tiempo, pero mucho menos que el empleado para levantarla.
Y se veía cara al mundo dirigiendo su vida dejada, abandonada en manos ajenas que con mala conciencia habían logrado que el miedo a traspasar esa pared fuese aún mucho más duro.
Ahora estaba segura de llegar hasta el final, de dar ese paso sobre ese muro llamado pasado y entrar en el escenario donde representaría su propia vida, donde dirigiría su futuro ahora en sus propias manos.


Un día, ya llena de canas, terminó su obra de destrucción y dio ese paso, paso que le llevó al último acto de la función donde ella era la actriz que dentro de un ataúd, los demás actores despedían.
Las luces del escenario se fueron apagando ,el telón bajó despacio, mientras el público aplaudía entusiasmado.
FIN

Foto: Carmela

miércoles, 13 de abril de 2011

ALAZNE-ALEXANDER


Niña de conservadora educación, temerosa del desprecio de la sociedad que la rodea, esconde tras el cristal de su ordenador, el sentir que no quiere que nadie vea.
Y es que Alazne no se siente ella, sino él, y haciéndose pasar por Alexander, gracias a su voz masculina, camina sobre cuerpos de mujeres a las que no puede tocar, pero sí sentir que con su piel roza esas pieles, que con su lengua recorre sus caminos, entregándose total a aquella forma de sentir oculta tras el cristal, tras el teléfono.
Tejió un primer nudo y ya no pudo parar hasta construir una red, donde mujeres deseosas de cariño, de atenciones, faltas de caricias, de vacíos, de soledad, como casi todo el mundo que por este medio camina, cayeron sin saber que era red y no verdad lo que tejían a su alrededor.
Aquella sensibilidad que las embaucaba, aquella sabiduría que las arrastraba, aquel halo de ternura (femenina), era más fácil de llegar que, quizás, palabras de hombre. 
Y la dependencia era total, de todos esos sentimientos cojos que este medio puede dar.
Para Alazne-Alexander, solo era un juego, un medio para desahogar lo que sentía, y lo que en su vida real no era capaz.
Para ellas, las víctimas de este juego, entregadas total, enredadas como moscas en telaraña, el golpe que sufrían cuando a ella-él, ya no le apetecía jugar, o creía llegar lejos (pero medido con su medida), el desamparo, la desesperación las destruía desbastando lo poco que de ellas quedaba, pues no comprendían como aquel ser maravilloso con el que habían compartido sus noches, sus días, semanas, meses, años quizás, desaparecía sin más, o con más mentiras entrelazadas al final de aquella red tan bien dibujada.
Alazne-Alexander, un día (pues siempre llega el día), al descubierto quedó, cuando alguien por casualidad, desató aquel primer nudo, pues no existe plan perfecto, ni escondite sin descubrir.
Paseando se topó, con aquellas caras para ella-él tan conocidas, que con ojos de pena la miraban, más no tras un cristal, sino cara a cara. Rostros tristes de tiempo de no saber el porqué, que ahora veían la realidad de aquel ser acomplejado, cobarde, con Trankimacines en el bolsillo que sustituían a su próxima víctima si aún no había caído en su red.
Y ya no tuvo más remedio que enfrentarse a la hoy tan normalidad de sentirse hombre en cuerpo de mujer, de sentirse él en vez de ella,  de sentirse Alexander, en vez  de Alazne. Encararse con esa mediocre sociedad que creaba aquellos seres indignos de sí mismos y de las víctimas de sus juegos y caprichos.


Y es que las historias reales que se pueden encontrar en este medio, son mucho más destructivas que las que pueden tocar, pues pscológicamente son muchos más fuertes, os lo puedo asegurar.


Foto. Carmela

domingo, 10 de abril de 2011

TRAS EL CRISTAL 7



Camina con la cabeza  baja. Teme levantarla y ver lo que le rodea.
Su corazón está lleno de amor, tan lleno que le revienta hasta descompensar su ritmo, pero su alma se niega a sentir nada más que ese vacío, esa soledad que hace tanto que la acompaña y nada ni nadie puede llenar.
Teme la oscuridad pues en ella se esconden sus miedos más profundos, tanto, que siendo mendiga con techo, prende un pequeño sol que la proteja, o sale a su terraza en las noches de luna llena y le pregunta que  es lo que hace para estar así. Y ella le responde que son etapas que tiene que seguir aunque su lado oculto siempre está oscuro.
Así se queda esperando que el sueño la venza. Sueños en los que ya no sueña, protección del inconsciente ante pesadillas seguras.
Se pregunta si esa sensación algún día tendrá fin, pues por mil intentos que el corazón lleno de amor acune en su regazo a esa alma dolorida. regándola con bellas sonrisas, cariños, caricias, no logra espantar ese vacío, esa soledad que la tortura.
Mientras sigue siendo la mendiga con techo que respira la noche, la luna, con el alma aterida, llorosa, miedosa, como niña desprotegida.
No escucha al corazón que enojado le instiga que mire a su alrededor y sienta el calor que rechaza sin entender ni ella misma el por qué.
Calor que solo roza, el que no puede alcanzar, como si un muro de negación se interpusiese en medio, siendo imposible de disolver, pues cuanto más se acerca, más se clavan esas espinas que tanto daño le hacen. Espinas de dolores pasados que quedaron ahí para no dejarla ser nunca feliz.
Y teme que surjan más, aunque con más ya no puede ese alma mermada por tanta mentira, por tanto egoísmo, por tanta maldad.
Y sigue caminando con la cabeza baja, temiendo levantarla y ver lo que le rodea.


Foto: Angin-San

viernes, 8 de abril de 2011

VALE LA PENA


Observo cada movimiento de la gente que pasa por mi lado.
Sentada en una terraza miro sus  caras de "nopasanada", como si la vida para mi solo fuese complicada.
Gentes de todas las razas, con lenguas diferentes que me hacen pensar que quizás el mundo esté reunido a mi alrededor sin tener que moverme de mi silla, Más todos con algo en común: el hablar de "vanasnonadas", como si la vida resbalase suavemente a sus pies.
Escucho las olas romper en la orilla. Las gaviotas planean oteando algún pedazo de comida dejada del "noquiero", de algún niño inapetente y dejándose caer en picado, recogen el tesoro y se elevan después con el pico rebosante.
Son las ocho de la tarde y hace calor, mucho calor, tanto que el aire reseca las fosas nasales.
Abajo, en la playa, gente tiradas en sus toallas absorben el sol con hambre de invierno duro en sus pieles blanquecinas.
La mía ya está saciada y, sentada solitaria tras una mesa de cuatro sillas, tres de las cuales vacías, la gente me mira de soslayo como bicho raro escribiendo en su libreta "nosabenloqué".
Susurros de enamorados, voces alteradas por conversaciones amenas, gritos de niños, chillidos de gaviotas, el rumor del mar, acompañan mis letras silenciosas.
Letras que me miran preguntándose al nacer "elporqué" y el "paraqué".
Y yo les respondo que son el sustitutivo de esas tres sillas vacías que rodean mi mesa, de las palabras que no salen de mis labios, de mis ojos que miran muchos ojos pero no paran en ninguno.
Son el "rompesoledades" de mi sola tarde, en espera de la sonrisa de ese niño que me ha traído hasta aquí, hasta esta playa, hasta esta terraza, hasta esta mesa de cuatro sillas, tres de las cuales vacías. Niño que me llega para saber que vale la pena esa soledad hasta el momento que lo vea llegar con rostro feliz tras años de angustiosa espera, de lágrimas de impotencia, de callo en el alma.
Ese niño que cuando pisó este país, un triste día de lluvia, el sol salió a recibirlo, sol que vi en su rostro cuando atravesó la puerta de recibida tras un largo viaje, dejando atrás un futuro de negación, renovado en uno esperanzador, de días dejados, ahora vividos con caminos de futuro.
Y digo que vale la pena mi soledad hasta el momento que  le vea llegar, cansado de agua, de arena, de amigos y su adorada pelota y con ese profundo cariño que con una sola mirada que me regale, con esa sonrisa abierta, mis labios compartirán sin pensar, sin forzar, sino que saldrá del alma, aunque mis ojos anegados luchen por no dejar caer esas lágrimas escondidas. 


Foto: Carmela

miércoles, 6 de abril de 2011

A LO LEJOS



A Carmela Leiro


Navegando día tras día
por los mares de Internet;
en mi barco, cual vigía
voy buscando por las rías
de Galicia a mi querer.


Intento buscar su estela;
una noche, y otra noche mas;
como el río busca el mar
yo estoy buscando a Carmela
y no la puedo encontrar.


Sólo veo algo lejano;
allá, en la lontananza;
muy lejos, aunque sin embargo,
nunca pierdo la esperanza
de alcanzarla con mis manos.

Miguél López Almirón


Siempre diré que mi mayor orgullo es tener amigos como este artista de pies a cabeza.
Muchas  gracias por este regalo Miguél. Espero un día me lo puedas cantar en persona y yo tocaré las palmas ( como pueda) jajaja
Un biquiño lleno de alegría a recibir este bonito regalo meniño.